domingo, 6 de noviembre de 2016

LA CASA










Nada cuenta sino la calidad del afecto

(  E. Pound )



Is this what you wanted?

( The Last Shadow Puppets )





En un principio

Le negué a la realidad
su derecho a destruir
mis esperanzas - de ese modo -
ignoré dificultades materiales
no hice caso a los consejos
cautelosos - amigos - la casa roja
la construí primero con la imaginación

Cerré los ojos - ahí estaba -
el terreno disponible
y don Carlos el ingeniero
dispuesto a construir

Con madera de la zona
por un precio razonable
en el tiempo estipulado
- imagine don Tristán -
decía Carlos - que la vista
es engañosa para ver -

Por extraño que parezca
ahí estaban - según Carlos -
las paredes hipotéticas
las cerchas planificadas
- ahí está la casa roja
don Tristán - decía Carlos
ahora sólo tengo que hacerla

Así la realidad
quedó des invitada
y fue para mejor
empezamos por el cerco

- Imagine don Tristán -
gritó don Carlos 
y trazó una línea recta
por donde creyó que iba
luego enterró estacas
cada no sé cuántos metros
al cabo de una semana
tensó alambre de púas
y así la realidad
no sólo quedó afuera
sino que además
apareció ante nosotros
- perfectamente delimitado -
el terreno de lo imposible

Resultó que al vecino
le sobraban los domingos
y empezamos enseguida
el desmalezamiento

Ahí quedó en evidencia 
el asombroso poder
de la guadaña el acabado
impecable de su corte
nos brindó una pradera
generosa para imaginar

En el terreno de lo imposible
por extraño que parezca
brotaba la fuente
de la buena voluntad
entre las piedras se juntaba
un pozo de agua fresca

Allí había crecido
el coihue grande
allí junto a la fuente
había echado sus raíces
hace más de medio siglo
y el verdor de su follaje
confirmaba la elección
- cerré los ojos -

A su sombra decidí
imaginar la casa roja 

Allí junto a la fuente
supuse que era el lugar

Entonces llegó don Carlos
en camión con la cuadrilla
detrás venía la retro
despacio pero venía
- imagine don Tristán -
gritó don Carlos
- que Dios soluciona el resto -

Dios en este caso
eran maestros del sector
conocidos del liceo
familiares inventados
todos aptos constructores
dispuestos a nivelar
el terreno de lo imposible

- Oiga don Carlos - respondí
- cuídeme la fuente
no me haga tira el árbol 
se lo pido por favor
no la cague con la retro -
de ese modo anticipé
dificultades personales
- amigos - la casa roja
la construí primero 
con la imaginación

Comprendí que el requisito
era desearla suficiente
asumí que el universo
necesitaba ayuda
por eso imaginé
como quien hace futuro
sin ninguna fantasía
más bien dando por sentado
como quien se anticipa
a un evento consabido
- de ese modo imaginé -
hasta que vi los cimientos
emplazados - ahí estaban -
doce bloques de hormigón
perfectamente cuadrados
- por extraño que parezca -
ahí estaban yo los vi

Así la realidad
perdió también derecho
a desinflar la carretilla
de modo que los maestros
continuaron labores
al ritmo de su sarcasmo
pasaban uno tras otro
pasaron durante meses
- hay que ser a veces más
exacto cuando se sueña
don Carlos - decía el vecino 
encaramado a la viga
hasta que un día desgraciado
se cayó - sí el vecino -

                     del
         cayó            techo
se                                       y  se

                                             m

                                              a

                                               t

                                              ó

Resultó que al vecino
le sobraban los domingos
soltero hace diez años
tampoco tenía hijos
- por la cresta don Tristán -
gritaba Carlos - dígame
por qué siempre se mueren
los más buenos los más
dígame usted por qué el vecino
don Tristán hay que ser -

Abrí los ojos

Así la realidad
cobró su parte
y fue para peor
así tuvimos que ir
bien vestidos al entierro
del vecino los maestros
y yo los conocidos
incluso los familiares
por extraño que parezca
- imagine don Tristán -
decía Carlos - no se puede -
con la vida - contesté -
todavía es un misterio
no resuelto en la pizarra
de la ciencia eso es
- no sólo eso - don Tristán
- óigame - es un regalo
del cielo para la tierra
y la pérfida muerte
se lo quiere arrebatárselo
a uno don Tristán
por qué hace eso

Cerré los ojos

A la semana siguiente
incluso los familiares
llegaron con cara larga
así como pidiéndole 
permiso a una pierna 
para mover la otra
andábamos los maestros
los conocidos y yo
por el terreno de lo imposible
hasta que llegó don Carlos

- Hay que ser a veces más
feliz cuando se llora
don Tristán - no sólo eso
- contesté - hay que reírse
sobre todo de la pena
y mientras tanto
aserruchaba tablones
les aplicaba dos manos
de pintura impermeable
así le entraban los clavos
de un puro martillazo

- Imagine don Tristán -
- ya no hace falta -
contesté - fíjese usted
algo pasa que uno sabe
cuando un montón de palos
ya no son dejan de ser
madera despilfarrada
y dotados de una nueva
dignidad ofrecen casa

Por extraño que parezca
allí junto a la fuente
vi las puertas las ventanas
los dos pisos - ahí estaban -
la cocina la terraza el lavadero
las tres piezas los dos baños resultó
que estaban como quien dice
a medio terminar pero estaban

- Oiga don Carlos - grité

Cerré los ojos

Resultó que los maestros
pasaban uno tras otro
al ritmo de su sarcasmo 
así la realidad
se llevó una sorpresa
y como quien se anticipa
hizo llover

Por extraño que parezca
las ventanas de la casa
no volaban todavía
de modo que descartamos
llevárnosla al norte
- hay que ser - decía Carlos
subido en la escalera
mojado hasta el cogote
y la pobre casa roja
tuvo que conformarse
con plástico transparente
hubo que improvisarle
unas planchas de zinc
así la realidad
demostró por vez segunda
su influencia determinante
sobre las fuerzas que rigen
el terreno de lo imposible
y fue para peor - no sólo eso -

A la mañana siguiente
a pesar que hacía sol
los maestros rumoreaban
que la casa estaba bruja
allí junto a la fuente
demoré en convencerlos
de que no de que el vecino
fue huevón y a veces llueve

Así que los maestros
retomaron sus labores
y enseguida despertó
la orquesta del serrucho

A continuación 
tocó la sierra endemoniada 
que hace ñiiiii y uno se quiere
desconectar los oídos
para siempre - oiga don Carlos -

Y don Carlos no escuchaba
una mierda - ahí estaban -
los enchufes instalados
y las luces encendían
aunque no era de noche

Por extraño que parezca
ahí estaban los muebles
de cocina tan reales
que no hizo falta imaginar

Como quien se anticipa
ahí estaban las estufas
preparadas para el fuego
y las ventanas abiertas
que invitan hacia el bosque

Y las puertas espaciales
cuyo destino no sé

Y el techo - amigos - el techo
de la casa roja por fin

Cerré los ojos

Estaba lista




En un principio 

Le negué a la realidad
su derecho a destruir mis esperanzas 

De ese modo imaginé
como quien hace futuro
más bien dando por sentado
así la realidad
pasó a segundo plano 
y fue para mejor

- Hay que ser a veces más
exacto cuando se sueña don Tristán -

- Cierto don Carlos - contesté

















- Y hacerlo sin ninguna fantasía -



















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