Real. Ahora todo tiene que ser real. Las micros que suben por Av. Las Flores son tan reales como el chofer que las maneja o los pasajeros adentro. Incluso el combustible que utilizan las micros es sumamente real. Sin embargo, no es verdad. ¿ Cómo podría serlo ? El combustible puede ser bueno o puede ser malo ( una mezcla de bajo octanaje, por ejemplo ) pero no puede ser verdad. Tampoco puede ser mentira.
Decir que estoy mirando las micros que suben por Av. Las Flores sería una mentira porque estoy sentado frente al computador. Yo podría escribir una novela en que las micros subiesen por Av. Las Flores, claro que sí. Pero ni las micros ni la avenida en mi novela serían reales. Serían verosímiles. Porque se parecerían a las micros que suben todos los días por Av. Las Flores. ¿ Me entiendes ?
Por otro lado, si yo dijese en mi novela que todas las micros de Santiago dejaron de funcionar al mismo tiempo, sería extraño. Podría ser mentira. Lo más probable, de hecho, sería que fuese mentira. Al menos eso nos indicaría el sentido común. Al mismo tiempo, un escritor de Ucrania que no sigue las noticias en Chile bien podría considerar que este hecho es posible. Desde luego, imposible no es. Esta brecha que existe entre lo que es posible y lo que no se llama vacilación y es el espacio en que se mueve la literatura fantástica.
En ese sentido, el escritor de Ucrania aplica a mi novela las leyes de la naturaleza que rigen en el mundo real y hace bien a menos que mi novela sea una novela de ciencia ficción cuyos acontecimientos no pueden explicarse por esas leyes naturales que todos conocemos ( lo mismo aplica para las novelas de realismo mágico, por dar otro ejemplo ). Por eso, si en mi novela en vez de decir que todas las micros de Santiago se echaron a perder, dijera que desaparecieron por arte de magia, ni siquiera el escritor de Ucrania lo creería porque él sabe, sin necesidad de leer los diarios, que las micros no desaparecen. Se queman, fallan pero no desaparecen.
Por otro lado, si el mismo escritor de Ucrania dijera en una canción que su esposa desapareció de su vida yo no pensaría que está mintiendo. Entendería que la palabra desapareció, en ese contexto, no significa se volvió invisible sino simplemente se marchó. Sucede, además, que esta exageración en el lenguaje vuelve la expresión mucho más real para el oyente porque transmite mejor el sentimiento que hay detrás. Y esto quiere decir que el verso se vuelve más verdadero a medida que miente un poco. Lo siento, amigo, vas a tener que lidiar con eso.
Incluso habrá quien diga que las micros son reales y los sentimientos no. Eso es una tontería. Lo que sientes por tu mujer, si es que tienes, es lo que te llevó a comprometerte con ella y luego a tener un hijo, si es que tienes, o sea que sí, los sentimientos son reales aunque no podamos verlos. Las palabras, por otro lado, sí se ven. Y dicen verdades o mentiras pero son igualmente reales en cualquiera de los dos casos.
Imagínate si nos diera por decirle a los profesores que sus clases son puras palabras. Quizás deberían contestar que sí. Que a mucha honra. Son puras palabras. Y que la acción de enseñar consiste en decir esas palabras para generar una reacción. ¿ Cuál ? Que los alumnos aprendan.
Con respecto a este ensayo puedo asegurarte que es completamente real. En serio. Yo lo escribí y tú estás terminando de leerlo. Este ensayo también es verdadero puesto que para ser falso tendría que ser una copia de sí mismo, cosa que no es. No sé si lo que dice este ensayo es verdad pero estoy casi seguro de que no es mentira así que antes de que te siga aburriendo con teoría estructuralista, por favor, créeme: rewelelay tati *.
* Eso no es así nomás. Del mapudungun.
Extraído de Memoria externa ( Inédito ).
G. del Sol S., 2016.
Derechos reservados.
Nosecuenta.
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